AQUÍ LES DEJO ESTA REFLEXION
esta BELLISIMA
disfrutenla......
Para llegar a ser una mariposa, una larva tiene que pasar por diversas fases, desde que es huevecillo, va creciendo, desarrollándose, hasta envolverse en su capullo y salir como una hermosa mariposa. Muchos de nosotros también pasamos por diversas fases, antes de ser una mariposa espiritual ¿Cómo saber si voy bien?
1. Si eres larva, tus decisiones se basan en tu beneficio personal. Si eres mariposa, simplemente lo haces "porque sí". Quieres ganar mucho dinero y te ofrecen un trabajo de 12 horas diarias, lunes a sábado, y que no te atrae mucho. Pones en una balanza, de un lado, la cantidad de dinero que te ofrecen. En el otro, que no te gusta el empleo, son 12 horas y solo descansas los domingos. Tu decisión, se basa en la cantidad de sufrimiento que estás dispuesto a soportar para obtener ese dinero: Salario - Sufrimiento aceptable = Beneficio personal Si tu sufrimiento pesa más que la ganancia económica, elegirás no aceptar ese trabajo. Pero si el grado de sufrimiento de trabajar tantas horas al día y un solo día de descanso te es aceptable, tomarás ese trabajo. Eres una larva espiritual. ¿Eres mariposa? Escuchas lo que harás en ese empleo. Decides si te entusiasma y si te gusta el ambiente de trabajo ¿Poco dinero? No importa, tomas el puesto "porque sí", porque lo sientes así. Si te ofrecen mucho dinero y no te gusta el trabajo, no lo tomas. Punto.
2.- La larva no cree en la existencia de un Ser Supremo. Una mariposa, está consciente de su espiritualidad y existencia de un Creador. Con la decadencia de la religión, muchas personas son ateas "gracias a Dios". O más bien, su Dios es el dinero. Piensan que Dios fue invento de los primeros hombres, al no poder explicar satisfactoriamente la lluvia, los eclipses, el Sol, la Luna. Si piensas así, eres una larva. ¿Una mariposa? Está consciente de que las maravillas del universo no son explicables, sino a partir de la existencia de un Ser Supremo. Llámale Jesucristo, Jehová, Krishna, Buda. O cualquier otro nombre. O, sin nombre. Pero sabe que existe y lo siente dentro.
3.- Una larva, va por lo que ve. Una mariposa, por fe. Hay personas, intelectuales que se llenan de conocimientos teóricos y se vuelven rígidas, poco abiertas ante la vida. Sus conceptos los han encerrado en una jaula. Sus conocimientos los hacen pesados, poco ligeros para caminar por la vida y entender el sendero espiritual ¿La mariposa? Vuela a todo lo ancho del bosque de la vida, se maravilla y cree. Es ligera, porque no tiene el peso del excesivo conocimiento. Cree porque lo siente así, no porque vea. ¿La larva? Hasta que no esté probado "científicamente" no cree.
4.- Una larva, lucha por acumular riquezas. Una mariposa se pregunta ¿Cuál es mi propósito en la vida? Llegaste a este mundo desnudo y te irás de la misma forma... desnudo. Como diría mi abuelito "Este cuerpo que se han de comer los gusanos". Es como en un cuento, en el que acumulas todas las riquezas del mundo, pero de repente, desaparecen en un instante. Después, la oscuridad. Después. Nada. Y te enfocaste en sufrir toda una vida para obtener casas, coches ¿para qué? Si te irás sin ellos. En cambio, si eres mariposa, te enfocarás en tu propósito en la vida ¿para qué vine a este mundo?, ¿cuál es mi propósito? Y la revelación gradual de estas respuestas por el Ser Supremo, te hará sentirte feliz, lleno, en paz. Una amigo me comentó, que en el lecho de muerte de su padre, este le confesó que lo único que lamentaba, era haberse enfocado tanto en el logro de bienes materiales (fue un empresario exitoso) y no en descubrir cual era su propósito en la vida. Que no te pase lo mismo. Aún estás a tiempo.
5.- La larva se queja de cómo está el mundo. La mariposa dice ¿Qué puedo hacer al respecto? Quejarse es la enfermedad de las larvas. De la pobreza, los políticos ¿Las mariposas? Ven que pueden hacer para construir un país mejor. Son responsables, honestas, emprendedoras. Cuando comencé a cambiar de ambiente por mis ocupaciones, de uno de clase media, a uno de convivir con personas de mayor nivel socio-cultural, descubrí algo impactante. Estas personas rara vez hablaban de algo negativo. Siempre eran positivas y estaban emprendiendo cosas. Y en mis anteriores ambientes, observaba excesivo chismorreo.
6.- La larva, primero yo, después yo y al último... yo. La mariposa, le gusta servir. Cuando era muy joven, tuve la oportunidad de que el director de mi empresa me llevara a mi casa, después de un evento. Mientras él conducía, aproveché para preguntarle ¿A qué atañe su éxito? Y me respondió "Yo empecé como 'office boy' y poco a poco fui escalando posiciones. Siempre veía a los departamentos de la empresa como mis clientes y me preguntaba ¿Cómo puedo servirles mejor?". Este es el secreto del éxito de un director. Te lo paso gratis. Eso es todo ¿Eres mariposa? ¡Felicidades! Si no, no importa. Recuerda que las larvas son un paso antes de convertirte en mariposa. De ti depende la transformación. Lo importante, es que detectes tus áreas de crecimiento espiritual. * Autor: Edgar Martínez (México) *