La mariposa, que se ve atraída hacia la luz, era, entre los antiguos, el emblema del alma.
El símbolo birmano del alma o psiquis era la mariposa.
En la teoría psicoanalítica de los sueños, la mariposa refleja profundas transformaciones psíquicas y una evidente evolución espiritual.
En los blasones heráldicos -representada de frente, con las alas extendidas- es emblema del corazón enamorado o de amistad generosa.
En China y Japón simboliza la inmortalidad y la alegría. En el arte chino las mariposas, en combinación con las flores del ciruelo, simbolizan una larga vida, mientras que dos mariposas juntas significan un matrimonio feliz.
Algunas investigaciones científicas han comprobado que la mariposa es el único ser viviente capaz de cambiar por completo su estructura genética durante el proceso de transformación: el ADN de la oruga que entra al capullo es diferente al de la mariposa que surge. Es, pues, el símbolo de la transformación total.
En la simbología religiosa aparece en los cuadros de la Virgen y el Niño, significando la Resurrección de Cristo y, en sentido más general, la de todos los hombres.
Tal significación deriva de sus tres estados (oruga, crisálida, mariposa), claros símbolos de La vida, la muerte y la resurrección.
El significado de la palabra "Psique" para los griegos es "mariposa", término que posteriormente pasó a utilizarse como "soplo de brisa", "aliento", "ánimo", y finalmente "alma". Ellos creían que cuando una persona moría y exhalaba su último aliento, el alma abandonaba el cuerpo volando en forma de mariposa.
La mitología griega representa a la Diosa "Psique" como una mujer con alas de mariposa; el mito de "Psique y Eros" representa la unión de lo espiritual y lo físico para llegar a la elevación del alma, a ser Seres completos.